lunes, 12 de agosto de 2013

Sección de noticias: Investigadores descubren el motivo por el que unas personas desarrollan Alzheimer y otras no





Un equipo de investigadores de la Universidad de California-San Diego, en Estados Unidos, ha descubierto un "truco" de la naturaleza que, en la mayoría de las personas, mantiene la separación fundamental entre una proteína y un enzima que, al combinarse, desencadenan la degeneración progresiva y muerte de las células característica de la enfermedad de Alzheimer, como informa un artículo publicado este miércoles en la revista 'Neuron'.

   Aunque se podría pensar que los cerebros de las personas que desarrollan la enfermedad de Alzheimer poseen componentes básicos de la enfermedad ausentes en cerebros sanos, esto no es cierto. Cada cerebro humano contiene los ingredientes necesarios para despertar el Alzheimer, pero mientras que un estimado de cinco millones de estadounidenses desarrollan la patología, un número que está previsto que se triplique para el año 2050, la gran mayoría de las personas no lo hacen y no padecería esta enfermedad neurológica devastadora.

   "Es como la separación física de la pólvora y su combinaciónn de manera que se evita una explosión inevitable", afirmó el investigador principal Subhojit Roy, profesor asociado en el Departamento de Patología y Neurociencias de la Universidad de California y biólogo celular y neuropatólogo en el Centro de Investigación de Enfermedades Shiley-Marcos de Alzheimer. "Saber cómo se separan la pólvora y el fósforo puede darnos nuevas ideas sobre posible detener la enfermedad", agrega.

   La gravedad de la enfermedad de Alzheimer se mide en la pérdida de funcionamiento de las neuronas. En términos patológicos, hay dos signos reveladores de la enfermedad: grupos de "placas" de una proteína llamada beta-amiloide que se acumulan las neuronas y las fibras externas o "nudos" de otra proteína, llamada tau, que se encuentra dentro de las neuronas. La mayoría de los neurólogos creen el Alzheimer es causado por los conjuntos de acumulación de proteína beta-amiloide provocando una secuencia de eventos que conduce a la alteración de la función celular y la muerte y que esta llamada "hipótesis de la cascada amiloide" pone la proteína beta-amiloide en el centro de la patología.

   La creación de beta-amiloide requiere la convergencia de una proteína llamada precursora de amiloide (APP) y una enzima que se escinde de APP en fragmentos más pequeños tóxicos llamados beta-secretasa o BACE. "Estas dos proteínas son altamente expresadas en el cerebro -destacó Roy-- y si se les permite combinarse de forma continua, todos tendríamos Alzheimer".

   Pero eso no sucede. Usando las neuronas del hipocampo en cultivo y tejido de cerebros humanos y de ratón, Roy junto con el primer autor Utpal Das, becario postdoctoral en el laboratorio de Roy y sus colegas, descubrieron que las células sanas del cerebro en gran medida segregan APP y BACE-1 en compartimentos diferenciados en cuanto se fabrican, asegurando que las dos proteínas no tengan mucho contacto entre sí. "La naturaleza parece haber dado con un truco interesante para separar a los co-conspiradores", afirmó Roy. Los científicos también encontraron que las condiciones que promuevan una mayor producción de la proteína beta-amiloide impulsan la convergencia de APP y BACE.

   En concreto, un aumento en la actividad eléctrica neuronal, conocido por aumentar la producción de beta-amiloide, también condujo a un aumento en la convergencia APP-BACE. Los exámenes postmortem de pacientes con enfermedad de Alzheimer revelaron un incremento de la proximidad física de las proteínas, añadiendo apoyo a la importancia fisiopatológica de este fenómeno en las enfermedades humanas.

   Das dijo que los hallazgos tienen una importancia fundamental, ya que aclaran algunos de los primeros eventos moleculares que desencadenan el Alzheimer y muestran cómo un cerebro sano, los evita de forma natural. En términos clínicos, las conclusiones apuntan a una posible nueva vía para en última instancia tratar o incluso prevenir la enfermedad.

   "Un aspecto interesante es que tal vez podamos seleccionar moléculas que pueden mantener físicamente APP y BACE-1 separadas", destacó Das, quien reconoció que se trata de un "enfoque poco convencional".


FUENTE: EUROPAPRESS
http://www.europapress.es/salud/investigacion/noticia-investigadores-descubren-motivo-personas-desarrollan-alzheimer-otras-no-20130807180526.html

jueves, 8 de agosto de 2013

No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy




Este conocido refrán es la mejor técnica para combatir lo que denominamos como procrastinación o postergación, entendido más fácilmente como posponer y dejar para después. Este dejar para después influye en la autoestima. La clave para superar esto la tenemos en trabajar la autodisciplina que es un factor que favorece la buena autoestima. Si entendemos que la postergación se alimenta de una falta de autodisciplina, hacer de inmediato aquello que tenemos que hacer, tal y como nos dice el refrán, aumentará nuestra autoestima.

La postergación no resulta nada positiva sobre todo cuando acaba por convertirse en hábito, ya que esto nos puede llevar a un nivel alto de inactividad especialmente si esa postergación va unida a la baja autoestima y a la depresión. Y a su vez la inactividad nos baja la autoestima y nos conduce a la depresión. Por ello es importante superar las barreras mentales que nos mantienen estancados.

Algunas de las actitudes que actúan como barreras que nos impiden hacer las cosas son:

"No me siento motivado": tenemos la idea errónea de que debemos esperar a tener motivación para hacer las cosas, y no nos damos cuenta de que actuar nos hace sentir motivados.

Autoetiquetas negativas: como por ejemplo, "es que soy perezoso". Estas etiquetas se convierten en un circulo vicioso, como creo que soy perezoso no hago nada y por tanto como no hago nada acabo creyendo aún más que soy perezoso.

"Si lo intento, fracasaré": el miedo o temor al fracaso, el pensar que aunque lo intentes no lo vas a conseguir te lleva a no llegar ni a intentarlo. El fracasar es algo que nos puede pasar a todos en alguna ocasión, que algo no nos salga bien, pero el error está en pensar que fracasaremos siempre. Este pensamiento también nos lleva a poder pensar que no merece la pena el esfuerzo.

El perfeccionismo y el ser autoexigente nos bloquea, por ejemplo, "debería hacerlo ya y bien".

Buscar resultados y recompensas de manera inmediata, y tener baja tolerancia a la frustración.

Excusas y racionalizaciones, para hacer lo que a uno le apetezca aunque no le convenga.


Unas pautas muy sencillas para iniciar el camino contra la postergación consistirían en lo siguiente:

No esperar a tener motivación para empezar. Ver que cosas son las que tenemos que hacer y organizar cuando se va a empezar y por dónde. Al principio divide las tareas en pequeñas etapas de 15-20 minutos.

Piensa positivamente, por ejemplo en vez de decirte a ti mismo ¡Es que no tengo ninguna ganas de hacerlo!   repítete: Voy a empezar, ¡hoy me siento lleno de energía, lo lograré!

Y para finalizar reconoce tu esfuerzo y felicítate, esto es importante así que no se nos olvide. Procurando realizar primero el trabajo o la obligación y después las actividades de placer u ocio. De hecho así disfrutarás más las actividades de placer, así como desarrollarás más tu autodisciplina. por ejemplo: primero recojo la mesa y lo ordeno todo y después veo la TV, o primero estudio y hago los deberes y después salgo a tomarme algo o dar una vuelta.


 Para terminar un toque de humor:





Así que ya sabéis, No dejéis para mañana perder un tiempo que hoy tenéis